¿Os ha pasado alguna vez eso de creer que entiendes algo y luego darte cuenta de que no? A mí me pasa mucho. Me ha pasado recientemente con la Unión Europea. Supongo que se puede definir de muchas maneras, podemos ir a su descripción mas técnica, hablar de los acuerdos políticos y económicos, hablar de convenciones y leyes. Claro, podemos hacer eso. Pero a mí no me vale.
In varietate concordiaSi como yo no has estudiado latín, eso no dirá mucho, pero se traduciría en: Unida en la diversidad. Es el lema de la Unión Europea. No me digáis que no es bonito. Personas de diferentes culturas, diferentes creencias, diferentes lenguas, unidas por un proyecto común.
Me enseñaron que la UE era solidaria, los países mas ricos ayudaban a los menos ricos, todos teníamos libertad para movernos. Europa era mas que unos papeles o unos acuerdos, eran unos valores de los que estar orgulloso y mostrar al mundo entero. Pero era mentira.
El mundo esta viviendo una de las mayores crisis humanitarias, desde luego la más grave que yo he vivido, y Europa no está a la altura. Europa esta dejando morir a personas que huyen de la barbarie y la guerra, Europa esta dejando ahogarse a niños que en lugar de estar jugando están arriesgando su vida. Europa en vez de plantearse cuantos barcos, aviones y autobuses mandar para traerlos a casa se esta planteando como construir muros y evitar que lleguen.
Europa ha fracasado desde el mismo momento en que miles de personas dejan su hogar y con sus ahorros viajan a Lesbos para salvar las vidas que Europa debería estar salvando. Es el trabajo, perdón, el deber, de la UE coordinar esta ayuda, mandarla y acoger a todas estas personas que no deberían estar cruzando el mediterráneo en una lancha.
Gobiernos que permiten manifestaciones de grupos fascistas en contra de que estas personas puedan tener una segunda oportunidad en Europa. Gobiernos incapaces de hacer lo que finalmente las ONGs y voluntarios, héroes, acaban haciendo. Esos héroes, son Europa. Al menos la mía. En la que yo creo.
Que rápido olvidamos que un día fueron nuestros abuelos y otro día pueden ser nuestros hijos. Que rápido olvidamos palabras como solidaridad, fraternidad, derechos humanos... Que rápido olvidamos que el lugar de un niño es con sus padres bajo un techo y no una patera.
Dejemos atrás los errores del pasado, no pongamos muros, recordemos las bondades y lo que nos hace humanos.